SSD la tecnología que mejorará tu PC

Para comenzar, hay que explicar lo que es un SSD. Un SSD (unidad de estado sólido) es un dispositivo de almacenamiento de datos que utiliza memoria flash, en lugar de utilizar discos magnéticos como los discos duros tradicionales. Soportan mejor los golpes que los discos magnéticos, aunque su tiempo de vida es más corto.

Los SSD y los cuellos de botella

Los discos SSD actualmente se están poniendo de moda, debido a que la mejora que se obtiene con ellos es muy grande. El ‘cuello de botella’ (parte de menor capacidad que reduce el rendimiento del conjunto del sistema) se encuentra en los discos duros. Los procesadores han avanzado hasta llegar a velocidades del orden de los 4 GHz, pero además se tiende a usar sistema multiproceso y multinúcleo para conseguir un mayor rendimiento. Sin embargo, los discos duros no han obtenido una gran mejora a lo largo del tiempo. De nada sirve si tenemos un procesador i7 de última generación, si estamos usando un disco duro de 5400 rpm o incluso de 7200rpm (revoluciones por minuto).

Para poder observarlo visualmente, podemos ver una captura del administrador de tareas de un ordenador usando un disco duro:

Esta imagen es muy característica sobre todo cuando acabamos de instalar Windows y se están instalando actualizaciones del sistema, estamos escaneando nuestro equipo con el antivirus o esta realizando cualquier actividad que use el disco de manera intensiva. Vemos que el disco está completamente saturado, en un 97% sin poder dar más de sí, pero sin embargo el procesador se encuentra en tan solo un 20%, esperando a que el disco realice su trabajo a su ritmo, por lo que no estamos aprovechando completamente su velocidad.

Esto no va a suceder tan drásticamente con un SSD, ya que al tener velocidades de lectura y escritura mucho mayores, va a conseguir reducir en gran medida el tiempo que espera la CPU.

Los SSD una tecnología del presente

Hasta hace no mucho tiempo los SSD tenían un precio bastante elevado lo que hacía que solo fueran utilizados en el mercado profesional, pero actualmente son una tecnología que ya se está usando de manera intensiva en el mercado profesional y en el doméstico.

El precio de los SSD para discos de 120Gb se encuentra actualmente entre 50 y 60€, dependiendo de la marca y modelo. En mi opinión, quizá puede que 120GB se queden un poco justos, pero podemos utilizar el SSD para instalar el sistema operativo junto con los programas, y dejar un disco duro (o una unidad USB) para guardar nuestros documentos, fotos, películas…

Pero no todo son ventajas en los SSD. Su vida útil es mucho menor que la de un disco magnético. Los SSD sufren bastante a la hora de realizar escrituras en él, por lo que es conveniente que si vamos a descargar archivos pesados, los guardemos directamente en otro sitio para poder alargar ligeramente su vida. Tampoco es recomendable realizar particiones, ya que lo que ocurriría es que tan solo se desgastaría una zona, dejando la otra intacta. De lo contrario, si no realizamos ninguna partición, el SSD posee una programación de tal forma que se usan de manera uniforme todas sus celdas de memoria, lo que conlleva a su mayor duración.

Digo esto anterior, ya que se tiende bastante en los discos magnéticos a tener una partición hecha para el sistema operativo, y otra para guardar la información. Esto se realizaba para proteger nuestros datos en caso de que el sistema operativo falle y haya que formatear, y también por la creencia de que al limitar la zona en la que se encuentra el sistema, se pueda tener un rendimiento mayor, ya que no va a ser necesario que el disco duro busque por todas las zonas, sino en una restringida.

Como conclusión, merece la pena totalmente comprar un SSD por unos 50-60€, sobre todo para aquellos ordenadores que se hayan quedado muy lentos, ya que vais a conseguir revivirlo y obtener una gran mejora. Y si lo compráis para un PC nuevo, aunque creais que ya va rápido de por sí, al poner un SSD va a ir aún mejor.