Pequeño curso sobre TOR y la Deep Web (II)
Continuamos con nuestro curso sobre Deep Web, navegación anónima y la Red Tor que comenzamos hace unas semanas y que vamos intercalando entre el resto de artículos sobre hacking y seguridad que venimos redactando en esta sección de Somos Binarios.
Antes de comenzar esta segunda entrega, convendría mencionar a los que (por casualidad) hayan dado con este artículo, que deberían comenzar por la primera de las entregas de este curso. Como siempre, los conocimientos se organizan sobre sustratos, lo que hace especialmente interesante comenzar y seguir este curso en orden. Aquí podéis acceder a la primera entrega.
Y dicho lo anterior, sigamos:
Hoy comenzaremos dejando claro cómo de profunda es la Deep Web o Internet Profundo. Para que todo el mundo pueda hacerse una idea, con total independencia de su grado de conocimiento o especialización informática, podéis haceros la siguiente imagen mental:
Si tomásemos una jarra de un litro de capacidad y la llenásemos completamente de agua, añadiendo al final unas gotas de aceite (que se quedaría en la superficie), esas gotas de aceite serían la Internet que conocemos y a la que accedemos común y generalmente con buscadores como Google, o en la que tenemos nuestra cuenta de email de Yahoo, Gmail o cualquier otra. Ahí está Wikipedia, las redes sociales y todo un mundo de entretenimiento globailzado. A eso llamamos “internet”. La Deep Web sería el resto del litro de agua de esa jarra… Así de simple, inmensa, profunda y compleja es la verdadera red de redes “clandestina” o a la que no accede ni indexan los buscadores que conocemos todos.
Hecha esta aclaración ilustrativa, conviene ahora responde otra de las preguntas que ya dejamos apuntada en nuestra primera entrega: ¿Cómo de peligrosa es la Deep Web?.
Bueno, aquí es el sentido común de cada cual es que debe determinar la profundidad del término “peligrosidad”.