Constantemente vemos como repiten una y otra vez, el dicho de “Manten tu software actualizado, por tu seguridad“. Pero es cierto que el software, como los navegadores antiguos son más inseguros, en esta entrada vamos a hablar de ello y la conclusión puede que sea chocante.
Esa premisa parte de la base de que cada nueva actualización corrige bugs y agujeros de seguridad detectados hasta la fecha en las versiones anteriores del software. Y es cierto, pero a los que nos apasiona el hacking solemos pensar las cosas de forma un poco diferente y no seguimos siempre los consejos a ciegas. De modo que, una pregunta obligada en la mente de un hacker sería: “¿Y qué pasaría si rescatamos del desván algún software no actualizado e incluso semiolvidado?“
De hecho, en materia de seguridad, hay joyas que sólo se pueden descubrir, precisamente, empleando software antiguo, descatalogado, no actualizado o, incluso ya no comercializado. Una pequeña muestra de ello es lo que os traemos hoy.
¿Quién no recuerda el otrora reluciente y dominador del mercado de los navegadores web?… Sí señor, estamos hablando del mítico Netscape Navigator, aquel que hizo sudar bastante a Microsoft durante unos cuantos años por su calidad, velocidad y fiabilidad.
Pero, si somos impertinentes y seguimos usándolo pese a esas notificaciones, encontraremos sorpresas e incluso algún servicio al que no podemos acceder con nuestros flamantes y actualizados navegadores de otras compañías de software que han sobrevivido.
En efecto, tal como lo lees: Gmail es ni más ni menos que el servicio al que le vamos a sacar los colores con un obsoleto, antiguo y olvidado Netscape Navigator. Resulta que si accedemos a nuestra cuenta de email con dicho navegador, y nos vamos a la parte inferior final de la bandeja de entrada, encontraremos una serie de informaciones que ni Chrome, ni Explorer, ni Firefox (plenamente actualizados) nos dan.
La más importante de ellas es la siguiente:
– Netscape Navigator nos “sopla” si otras ubicaciones tienen en ese instante abierta sesión en nuestro correo electrónico.
Pero, además, nuestro viejo navegador de Netscape con el que hemos accedido a nuestro buzón de email de Gmail, además, nos permite con un sólo click “desconectar” o “desactivar” esos potenciales intrusos (en caso de que sean terceras personas las que han accedido a nuestro correo electrónico) o esas sesiones que nosotros mismos hayamos podido dejar abiertas en otros dispositivos o navegadores a lo largo del día (lo que nos añade una capa de seguridad nada desdeñable, dado que nos libra de que un descuido u olvido pueda poner en peligro la intimidad y privacidad de nuestra bandeja de entrada.
Si hacemos click en “más detalles” que aparece en esa misma parte inferior de la bandeja de entrada, podremos ir directamente a un resumen de las IPs que se han conectado a nuestra cuenta de correo (por si no reconocemos alguna) y, desde ahí, desactivar todas las ubicaciones abiertas que no sean la nuestra en ese instante.
Lo dicho, toda una joya en materia de seguridad que Netscape Navigator nos pone fácil y que con otros navegadores web o no están disponibles o hay que perderse en el laberinto de las opciones de configuración de Gmail para encontrarlas.
Saludos.
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