Hoy regresamos al nuevo curso y ejercicio, con nuestros artículos sobre hacking y seguridad tecnológica (no sólo informática, como veréis en futuros post). Y para comenzar, también añadiremos -tal es el caso de hoy- espacio y tiempo en forma de artículos sobre el fenómeno del Hacktivismo, por considerarlo tan mal entendido como poco comprendido hoy en día, además de parte integrante en materia de hacking y seguridad.
El Hacktivismo nace en las últimas décadas (sobre todo en los años ochenta y no confundir con el espíritu libre de los hackers del MIT como Richard Stallman que dieron lugar al fenómeno de manera individual) como respuesta al progresivo apropiamiento por parte de los Estados y las corporaciones industriales y económicas, de la tecnología, en detrimento de los ciudadanos, su privacidad, anonimato e incluso seguridad.
Así, surge un nuevo fenómeno que ha llegado a conocer nombres propios tan globalmente famosos como Annonymous, WikiLeaks (y con ello Julian Assange), Snowden (filtración de documentos de la CIA), Kim DotCom (Mega y su software de almacenamiento anónimo), la Red Tor… y no pocas iniciativas personales y colectivas que buscan la apertura de la información confidencial, el anonimato individual y la conservación del derecho a la intimidad del ciudadano, entre otras muchas causas.
En la base filosófica y práctica de todo movimiento hacktivista se encuentra, por supuesto, la ideología del Software Libre como base de intercambio y apertura de conocimiento, vulneración de derechos de propiedad intelectual que aprisionan el desarrollo del conocimiento y una no menos larga lista de derechos fundamentales que, en materia técnica, sólo el Open Source y el Free Software pueden garantizar.
Filtrala: hactivismo de altos vuelos en España
Pero centrémonos en nuestro país y en la, quizá, la iniciativa más importante desde el punto de vista técnico que a día de hoy he podido conocer en materia de Hacktivismo: FILTRALA.
Esta iniciativa llevada a cabo por un grupo de especialistas tanto en materia periodística como de seguridad y anonimato online, permite que los ciudadanos puedan contar con una plataforma de envío de documentación y denuncia 100% anónima, acerca de todo tipo de irregularidades, ilegitimidades o ilegalidades cometidas por los poderes públicos.
FILTRALA provee no sólo los mecanismos de anonimato y garantía de confidencialidad a las fuentes, sino que además, se encarga de la comprobación de la documentación probatoria recibida y la confección y difusión de la noticia a los medios de comunicación afines o colaboradores con la iniciativa.
Su personal y la propia infraestructura es española, aunque emplean legislación y ubicación de servicios técnicos e infraestructura digital en países cuyas legislaciones les garantizan la no vulneración del secreto de las fuentes. En suma, podemos estar hablando del WILILEAKS español, aunque (si se me permite la opinión) estamos ante una forma de trabajar más compacta, nada politizada y, sobretodo, bien estructurada. Altamente recomendable, tanto en su estudio y conocimiento, como en su uso.
Por ello, en el post de hoy sobre Hacktivismo queríamos dedicarle un lugar especial a esta plataforma periodística española y a la labor que llevan a cabo por la defensa de la libertad de expresión tanto online como offline, y por la cobertura y garantía del derecho a la información en unos tiempos en los que el ciudadano cuenta con pocas formas de oponerse a los abusos del poder político o financiero.
Esta y no otra es, a nuestro entender, la definición práctica de Hactivismo: El uso del conocimiento especializado y técnico para la protección y salvaguarda de los derechos y libertades de los ciudadanos.
Lógicamente hay más iniciativas interesantes en materia de Hacktivismo en nuestro país, llevadas a cabo por personas inteligentes, íntegras y, sobretodo, con un profundo conocimiento técnico e ideales al servicio de los mismos, que iremos conociendo en otros post sobre dicho fenómeno.