Hoy vamos a analizar una aplicación que no ha sido diseñada para el uso que le vamos a dar en el post, sino que, en su naturaleza, no sólo es inofensiva sino, además, muy interesante: La posibilidad de eliminar de manera completa y con un solo click todo nuestro perfil de Facebook. Y cuando decimos todo, queremos decir precisamente eso: Todo.
En principio esta aplicación ha sido creada para facilitar una de las tareas que más interesa a muchos que han probado la red social en cuestión y que después han encontrado que es bastante lento y ortopédico desaparecer de la misma, por no hablar del hecho de que Facebook te da la posibilidad de suspender o eliminar tu perfil, pero almacena todo “por si alguna vez quisieras volver”… Vamos, que no tienen muchas intenciones de facilitar la salida y desaparición de la plataforma.
Pero nosotros vamos a ir un poco más allá (ya hemos dicho muchas veces que el hacking permite emplear herramientas que no fueron concebidas para un determinado uso, de una forma completamente distinta y darle otras utilizaciones no tan éticas) y vamos a volver a mostrar cómo se puede emplear un programa que no fue diseñado para fines oscuros, y usarlo justamente para todo lo contrario. ¿Por qué vamos a enseñarlo o a dar pistas sobre ello?, pues porque sólo conociendo cómo se puede emplear la tecnología en su aspecto más agresivo o doloso podemos protegernos frente a este tipo de cuestiones.
Pero vayamos por partes y presentemos primero la aplicación para después deducir lo sencillo que sería acabar, no con nuestro perfil de Facebook al completo (que para eso se ha creado la aplicación) sino hacer desaparecer todo rastro del perfil de terceras personas, así como todo su contenido, fotos, mensajes y demás…
La aplicación se llama ACTIVITY REMOVER y ha sido diseñada a modo de “add-on” o complemento para el navegador con el que nos conectemos usualmente a internet y, por lo tanto, a nuestro perfil de Facebook. De esta manera, una vez dentro, con sólo hacer click sobre dicho complemento en nuestro navegador, el programa nos ofrece varias opciones parciales (eliminación de contenidos, comentarios o imágenes) o la solución total (desaparición de Facebook por eliminación completa del perfil del usuario).
Que sepamos, hasta el momento, este add-on está disponible para Firefox y para Chrome.
Hasta aquí todo correcto. Tenemos una herramienta útil que ha sido creada para facilitarnos la vida, creando la posibilidad de desaparecer de Facebook (una de las redes sociales más restrictivas en este sentido) y de hacerlo, además, de una manera sencilla, expeditiva y con un solo click.
A estas alturas, el lector perspicaz ya se habrá dado cuenta del potencial que una utilidad así tiene, si lo que se desea es darle un uso totalmente doloso o dañino. Es decir, no emplearla soberanamente para nosotros mismos y con ello preservar nuestro libre derecho a desaparecer de una red social determinada, sino para hacer desaparecer a otra persona, eliminando así todo su rastro, historial, contenidos y años de participación en dicha red…
Teniéndose acceso a la máquina de la persona a la que se desea hacer desaparecer de Facebook (y aquí ya entramos en la variable, acceso directo a la máquina, o acceso remoto) podemos instalar el inofensivo complemento en su navegador o incluso en los dos navegadores para los que ha sido creado.
Al ser una aplicación completamente inofensiva y con origen en un desarrollador certificado, no encontraremos los problemas que suelen dar muchas aplicaciones “hack” o de origen desconocido. Es decir, que el antivirus de turno ni siquiera dará la alerta y se lo comerá sin tenerse que desactivar.
Primer filtro de seguridad, por lo tanto, eliminado y vía libre.
Una vez el complemento haya sido instalado en el navegador las opciones dependen ya de la ingeniería social (algún día le dedicaremos un post a esta parte tan importante del hacking) y de la relación que tengamos con la persona y con la máquina que se desea dañar, en este caso, con la eliminación de un perfil de Facebook ajeno.
En caso de tenerse acceso directo a la máquina, la cuestión es tan simple como esperar a que la sesión esté abierta para poder ejecutar la opción “Eliminar perfil completo” con un solo clic en el complemento del navegador recién instalado, y listo… Sin más huellas, ni rastro, dado que a todos los efectos, es el propio usuario el que ha instalado el programa en su navegador y ha ejercido su propio derecho a desaparecer de la red social
En caso de que el acceso sea remoto (y no daremos aquí lecciones de este tipo de acceso no consentido) la operación es aún más sencilla: Si bien el usuario debe iniciar sesión en Facebook, una vez voluntariamente esté en su perfil, el administrador remoto de escritorio sólo deberá acceder al complemento previamente instalado en el propio navegador como hemos explicado y con un solo click eliminar, desde la propia sesión del usuario, todo su perfil.
Es así de sencillo. La herramienta se ha construido tan bien y es tan útil y cómoda para el usuario, que lo pone igualmente fácil y rápido para el hacker que quiera emplearla para un uso para el que no ha sido concebida.
La moraleja, una vez más, no es sólo que programas que no han sido pensados para un determinado uso, puedan ser empleados de manera dolosa, sino que cada vez se hacen productos más útiles, rápidos y expeditivos, lo cual es excelente desde el punto de vista del usuario convencional al que se le facilita la vida. Pero también es un túnel sin peaje para el hacker que la puede utilizar con la misma comodidad para un uso mucho más oscuro.
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