Hoy traemos uno de esos post breves, con algún que otro truco que puede resultar útil en según qué casos.
¿Qué es el acuse de recibo?
Como sabéis, una de las características que no estaban desde el principio entre las bondades de Gmail, es la del “acuse de recibo”. Google se vio obligada a implementar este complemento en su flamante servicio de correo electrónico, después de que surgieran aplicaciones y plugins externos que añadían este cometido a Gmail.
El caso es que el acuse de recibo (o confirmación de cuándo alguien recibe e incluso lee un email enviado por nosotros) tiene multitud de utilidades: como forma de garantizar que el receptor conoció un determinado mensaje; A efectos legales os podéis imaginar lo necesario que puede llegar a ser esta función; Por conocer y poderse demostrar con qué fecha un determinado email fue recibido o leído, etc, etc…
Pero también está, cómo no, quien lo hace tan sólo por diversión, por curiosidad o por control.
¿Cómo evitar el acuse de recibo en Gmail?
Como sabéis, desde esta sección de hacking y seguridad, tratamos siempre de informaros y traeros formas alternativas de conservar vuestra privacidad, intimidad o, simplemente, de mantener el mejor control posible sobre vuestras cosas. Así pues, hoy veremos qué forma tan sencilla tenemos de burlar el control del acuse de recibo, tanto por parte de Gmail (si el emisor de un mensaje tiene configurado esta opción en sus preferencias del sistema) como de cara a terceros programas que proveen esta función al servicio de email de Google.
Para ello, no emplearemos ningún software o aplicación externa.
De hecho, vamos a beneficiarnos de un “vacío” de la propia aplicación de Google para móvil (concretamente, para Android).
Descargando la aplicación de Gmail (Bandeja de entrada o MailBox para vuestros móviles) e iniciando sesión desde la misma, contaréis con una ventaja de la que carecéis cuando entráis a vuestro buzón de email desde la propia web de Gmail o si descargáis vuestros mensajes con programas de correo residentes (como Outlook y derivados).
La ventaja añadida de la que os hablamos es poder abrir cualquier email, leerlo con total comodidad e incluso manipularlo (desplazarlo de carpeta o archivarlo), y que en la sesión no conste que ese mensaje se ha abierto ni que se ha leído.
De hecho, podéis comprobarlo posteriormente, si repetís la operación desde vuestra cuenta de Gmail online, en un ordenador. Comprobaréis que el correo o correos que hayáis abierto y leído, no aparecen como tal en la sesión inmediatamente posterior que hagáis desde el navegador.
De modo que ahí lo tenéis: Desde la aplicación móvil para Android de Gmail, podéis burlar el acuse de recibo o constancia de recepción y lectura de los correos que recibís en vuestra bandeja de entrada. No así, iniciando sesión desde el navegador.
Que cada cual le saque el partido que quiera a este “truco”.
Saludos.